PROYECTOS
PROYECTOS
Además de su labor docente y divulgadora, José Antonio Jáuregui promovió numerosos y variados proyectos a lo largo de su vida. Estos son algunos de los principales.
Academia Europea de Yuste
Su proyecto europeo más ambicioso fue fundar una Academia Europea, siguiendo el ejemplo y el espíritu multidisciplinar y dialogante de la Academia de Platón. Estaría compuesta de hasta cien sillones, cada uno de los cuáles llevaría el nombre de un europeo de todos los tiempos fallecido (Sócrates, Shakespeare, Leonardo da Vinci, Cervantes, ...) y que ocuparían personalidades europeas de reconocido prestigio intelectual o cultural. Esta academia concedería además, cada año, un premio a las personas que más hubieran contribuído al mantenimiento y la difusión de los valores europeos o a la creación y fortalecimiento de la Unión Europea.
Jáuregui encontró un patrocinador y base geográfica para su proyecto en la Junta de Extremadura, y en 1992 se fundó la Academia Europea de Yuste, en torno a la figura de Carlos V como símbolo europeo. A partir de ese momento se comenzaron a nombrar a los primeros académicos, entre ellos a Umberto Eco, Antonio López, Mstislav Rostropovich y José Saramago. El primer Premio Carlos V se entregó a Jacques Delors el 6 de junio de 1995, en un acto presidido por Su Majestad el Rey Don Juan Carlos en el Monasterio de Yuste.
Visitar web de la Academia Europea de Yuste
I Simposio Cerebro y Emociones
En 1995, coincidiendo con la publicación de la edición inglesa de El ordenador emocional, Jáuregui organizó y dirigió el I Simposio Internacional ‘Cerebro y Sociedad’ en la Fundación Ramón Areces de Madrid. Entre los participantes de aquel foro se encontraban figuras de enorme prestigio internacional como Edward O. Wilson, el zoólogo pionero de Harvard que lanzó el concepto de Sociobiología, el antropólogo Marvin Harris, padre del materialismo cultural, el teórico de la política Steven Lukes y el biólogo darwinista Richard Dawkins, autor de El gen egoísta, El relojero ciego y tantas otras obras de enorme impacto mundial.
Artículo de El Mundo sobre el simposio
Artículo de El País sobre el simposio
Artículo de ABC sobre el simposio.
Monumento a la Libertad
Tras la caída del Muro de Berlín, José Antonio Jáuregui propuso erigir un monumento en Navarra a partir de un bloque de 2,5 toneladas del Muro de Berlín, en forma de "L", primera letra de la palabra "Libertad".
El arquitecto Fernando Redón Huici fue el encargado de diseñarlo. Los trozos de hormigón y acero descansan, en falso equilibrio, sobre el borde de una rampa de piedra y granito.
Se inauguró el 4 de mayo de 1991, a la conclusión de unas jornadas de reflexión y diálogo en torno a "Europa antes y después del Muro de Berlín" organizadas por Jáuregui, con la participación de Simone Veil y Lord Jenkins entre otras personalidades, y un concierto de la Orquesta Sinfónica de Berlín que interpretó el Himno Europeo.
El monumento a la libertad incorpora en su base una cita del amigo y maestro de Jáuregui, Salvador de Madariaga: "El camino hacia la paz en Europa debe pavimentarse con piedras arrancadas al Muro de Berlín."
Se encuentra junto a una estación de servicio de la AP-15, a la altura de Zuasti, a pocos kilómetros de Pamplona.
Artículo en el País sobre el monumento
Ciclo de Conferencias de la Universidad Pública de Navarra
Como director de la extensión cultural de la UPNA, Jáuregui organizó una serie de conferencias con personajes de gran proyección internacional.
Por ejemplo, trajo a Pamplona por primera vez a uno de los personajes públicos que más admiraba: Tenzin Gyatso, 14º Dalai Lama y Premio Nobel de la Paz. El 4 de junio de 1990, el Dalai Lama pronunció en la UPNA un discurso titulado "La no violencia: un camino hacia la paz".
Otros ponentes destacados fueron el escritor Camilo José Cela y el científico suizo Heinrich Rohrer, Premio Nobel de Física por la invención del microscopio de exploración de efecto túnel.
Encuentros entre España y las Naciones Indias
En 1992, en el contexto de las polémicas celebraciones del V Centenario del descubrimiento de América, el consul de España en Los Ángeles, California, Eduardo Garrigues, invitó a Jáuregui, como antropólogo, a participar en una serie de encuentros con los principales representantes de varias Naciones Indias norteamericanas, entre ellos los Navajo, Pueblo, Apache, Zuñi, Papago, Yaqui y Hopi. Viajó hasta Santa Fe, Arizona, una singular ciudad de casas de adobe, para visitar algunas de las "reservas" de nativos americanos.
Como cuenta Jáuregui en su libro España Vertebrada (p. 50), el primer encuentro comenzó en un ambiente tenso. Un hopi de grandes trenzas llamdo Emory Sekaquéptaba, se levantó de su silla y preguntó en un tono altanero y desafiante: "¿A qué habéis venido, españoles, otra vez?"
Tras un silencio incómodo, Jáuregui tomó la palabra: "Hemos vuelto a decirles una palabra: gracias. Al mirar hacia atrás hacia 1492, nos damos cuenta de que los españoles y los europeos estamos endeudados hasta las cejas con ustedes los indios. ¿Qué habría sido de los alemanes cuando terminaron la Segunda Guerra Mundial sin Kartoffel, sin patatas? Los alemanes sobrevivieron gracias a las patatas, un producto de ustedes que ha sido la salvación de Europa (...) No podrían los belgas, los suizos y todos los europeos endulzar la amargura de la vida con chocolate, palabra nahuatl --chocoatl-- sin este producto indio. Otro tanto podemos decir de los tomates, los pimientos, el tabaco --que ha proporcionado tanto alivio a Sherlock Holmes con su pipa, a Churchill con su puro y a cuantos saben distinguir el uso del abuso de esta planta medicinal y símbolo de la paz. Del curare que los españoles trajeron de "las Indias" a Europa se derivó la anestesia... No vale la pena seguir. Estamos los europeos muy endeudados con todos ustedes. Hemos venido cinco siglos más tarde a decirles, 'Hermanos indios, gracias'."
Tras esta intervención, el hopi Sekaquéptaba volvió a levantarse:
"Bienvenidos de nuevo, españoles. Sed bienvenidos a nuestras tribus. También nosotros debemos deciros gracias. ¿Podemos imaginar a los indios sin caballos? Los españoles nos trajisteis caballos, gallinas, burros y vacas. Estoy casi terminando el primer diccionario hopi. En hopi una palabra es vacasi. Cuando los hopis vieron por primera vez aquellos animales con cuernos tan impresionantes se quedaron con los ojos muy abiertos. Un español, señalando al animal, dijo: 'Vaca'. '¿Vaca?', preguntó un hopi. 'Vaca, sí', respondió el español, y quedó vacasí, que es hoy la palabra hopi para 'vaca'. En hopi decimos 'burro' y a España la llamamos Castila. Asi que nosotros también os decimos: españoles, muchas gracias."
A partir de este intercambio, los encuentros procedieron en un clima mucho más distendido y cercano, permitiendo un debate más productivo sobre las luces y las sombras de la relación entre españoles e indios a lo largo de cinco siglos.
Después de esta visita, se les invitó a estos representantes a España, para celebrar un curso de verano en la Universidad Complutense, en Julio de 1992, en el que de nuevo participó Jáuregui. Gracias a la asistencia de la Reina Sofía, que recibió una benedicción ritual con dos plumas de pájaro, pudo escenificarse una insólita y poco conocida reconciliación simbólica entre ambas partes.
Gracias a esta labor, Jáuregui fue nombrado miembro honorario de la tribu Navajo.
Aquí puede leerse una noticia sobre el encuentro con la Reina Sofía en El País.
Y este fue el programa oficial del acto, publicado en el periódico ABC.